viernes, 7 de enero de 2011

The Soft Parade



(...) When all else fails
We can whip the horses' eyes
And make then sleep
And cry...


(...) Cuando todo lo demás falle
Podemos azotar los ojos de los caballos
Y hacerles dormir
Y llorar...


En diciembre de 1889 Nietzsche comenzó a atravesar los que se consideran sus últimos días de lucidez mental. Envía las llamadas “cartas de la locura”, a sus amigos y personajes destacados de la época, en donde firma a veces como “El crucificado”, otra veces como “Dionisos”, etc. En esa etapa está enmarcado el célebre episodio de su abrazo a un caballo en plena vía pública, cuando éste era azotado a latigazos por el cochero, al que poco le importaba que el animal no pudiera seguir arrastrando la excesiva carga que se dice llevaba. Nietzsche se abrazó al caballo y no lo quería soltar bajo ninguna circunstancia. Llegó a pedirle disculpas en nombre de la humanidad por la brutalidad humana, mientras la policía acudía a solucionar el asunto. Pero sólo soltó el caballo cuando a la escena llegó el señor Fino, que era quien regenteaba la pensión de Turín donde se alojaba el filósofo y que era dueño de un quiosco ubicado precisamente en la plaza pública donde sucedieron los hechos. Al verlo, Nietzsche lo abrazó, llorando.

http://lorenamorrison.blogspot.com/2010/03/jim-y-nietzsche.html