lunes, 11 de julio de 2011

The Smiths



En la época del post-punk británico el panorama musical, aparte de sus protagonistas más valiosos e influyentes, estaba nutrido por variadas bandas de intrascendentales textos, recargados de sintetizadores y nula consecuencia sónica, en paralelo a conjuntos de escasa enjundia neuronal que descansaban sus frustraciones vitales en rasgar con poderío sus instrumentos y berrear como posesos en aras a una protesta coyuntural.

En este escenario surgieron los Smiths, una banda apoyada en dos piezas básicas, el trabajo guitarrero de Johnny Marr (de nombre real John Martin Maher, nacido el 31 de octubre de 1963 en Manchester), de notoria expresividad, palpitante, repicante y traslúcida sonoridad, que enaltecía las letras de Morrisey (de nombre completo Steven Patrick Morrisey, nacido el 22 de mayo de 1959 en Manchester), un enigmático poeta anclado en la angustia existencial y una perspectiva afligida sobre su contexto sociocultural, desde una ascendencia mitómana y un acercamiento intimista y sensible, que le auparía a la iconografía en la mímesis personal de una juventud descorazonada y contrariada.

El melancólico y solitario Morrisey, vegetariano y apóstol del celibato sexual, de vocalidad crooner cercana a la teatralidad, en una expansión emocional y un basamento compositivo cimentado en la roturación sentimental y contemplación del ser sin artificio y con una sutil carga sarcástica, fue convertido en mito tras el éxito de los Smiths, siendo asimismo él un gran mitómano, cinéfilo empedernido y amante del rock'n'roll y el pop 60's, con fijación por los sonidos femeninos (con tributos a Shandie Shaw o Twinkle) y desde una heterogeneidad melómana que lo llevó a ser el presidente del club de fans de los New York Dolls, de los que escribió su biografía, al igual que también hizo sobre la figura de James Dean.
Arduo devorador de libros, entre sus influencias literarias se encuentran grandes escritores como Oscar Wilde, W. B. Yeats, John Keats o Dorothy Parker.