miércoles, 14 de diciembre de 2011

Araki Nuboyoshim

67 Shooting Back (No. 159) 2007 


Adentrarse como espectador a la obra de Nobuyoshi Araki no es fácil. Primero porque su discurso expositivo rompe los cánones de lo convencional y segundo por la temática que nos ofrece.
Recuerdo que conocí su obra, por primera vez, expuesta en el Museo de Arte Moderno de Frankfurt, al entrar a la sala me encontré con una enorme pared repleta de sus fotografías. A todo color y dispuestas en fila de arriba abajo debo reconocer que aquella manera de mostrar me impresionó. Nunca había presenciado una forma de enseñar fotografía de esa manera.

Lo allí representado era una especie de diario donde tenían cabida desde primeros planos de objetos de pura estética japonesa, hasta retratos de desnudo femenino en posiciones nada agradables. Precisamente por presentar a la mujer en posiciones poco decorosas sometiéndose a toda clase de vejaciones, Nobuyoshi Araki, ha sido acusado en multitud de ocasiones de misógino por asociaciones feministas.
Sin embargo, la cantante Björk así como recientemente Lady Gaga son admiradoras y musas de su obra. Del mismo modo, su trabajo es también muy respetado en Japón y está presente en numerosas galerías y museos repartidos por todo el mundo como la Tate londinense o el Museo de arte moderno de San Francisco.
Un artista y fotógrafo que incluso jugueteó con la industria del porno y por lo cual fue criticado por su público. Controvertido, puede enamorar o ser odiado a partes iguales, pero no por ello habría que quitarle el mérito de innovar expositivamente acercándonos al universo japonés desde su polémica mirada.