Hace unos días me parecía que caminar en un espacio reducido era la propia imagen de la desesperación. Hoy, después de haber podido confirmar que caminar unos diez mil pasos estando cofinados es muy saludable, me he decidido a empreder ese camino. Cada dos horas camino por mi terraza, me da el sol y escucho Radio 3.
No es como imaginaba, ni como se ve desde fuera. En su día me parecia estar viendo ratones corriendo dentro de su jaula sobre una rueda estática. Hoy es el segundo día que lo practico y me siento mejor, lo cual quiere decir que ayuda a poder sobrellevar el aislamiento de una manera más decente, si es que existe esa posibilidad.
Un saludo a todos.