Foto Eduardo Díaz Acero
(...) La canción de que el tiempo se atrasara,
donde nunca pasó nada.
Una racha de viento nos visitó,
pero nuestra veleta ni se inmutó.
La canción de que el viento se parara,
donde nunca pasa nada. (...)
(...) Una racha de viento nos visitó,
y a nosotros ni el pelo se nos movió.
La canción de que el viento se parara,
donde nunca pasa nada.
Ya no queda una piedra en pie
porque el viento lo derribó.
No. No hay esa canción.
Ya no queda nada de ayer
porque el viento se lo llevó.
No. No hay esa canción. (...)