lunes, 17 de enero de 2011

El espíritu bailarin


Imagen Eduardo D. Acero Ed. Miguel Ángel Escaló

(...) en su última época Nietzsche ya no busca un arte que no sea expresión de la vida, ni palabras que no canten, ni música que no sirva para bailar, pues sólo el espíritu bailarín y ligero puede abrir el camino que conduce al superhombre. Por eso, sólo “un arte bailarín”, con su levedad y ligereza, puede elevar al hombre hacia lo más alto. Y Nietzsche cree que ese arte, del que lo espera todo, es necesario, fundamentalmente, para poder disfrutar de la “libertad sobre las cosas”, puesto que el arte que se propone como alternativa es un “arte ligero”, ascendente, que se ha liberado de las determinaciones asfixiantes del espíritu de la pesadez, que impide al hombre ser libre. Frente a la moral y sus rígidos preceptos, no sólo hay que estar por encima de ellos, sino danzar, “jugar y valorar” por encima de la propia moral.

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