lunes, 21 de noviembre de 2011

Dennis Stock


(...) Stock marchó a Hollywood en 1955, donde conoció al actor James Dean. "Me fascina­ba su temperamento obstinado y brusco; se estaba convirtiendo en la personificación de un fenómeno típico de nuestro tiempo: el de la auto marginación. Juntos, decidi­mos ponemos a buscar sus raíces. Fuimos a Indiana, su tierra natal, y a Nueva York intentando encontrar los orígenes de su carácter asocial. Posteriormente pude apreciar cómo la auto marginación encarnada por Dean se transformaba en la expresión de toda una generación, la de los hippies."
Las imágenes de James Dean tomadas por Dennis Stock se convirtieron en auténticos clásicos del retrato fotográfico y en la actualidad siguen entre las más vendidas de la agencia Magnum. El reportaje sobre los jóvenes de los años sesenta fue publicado en la revista americana Look, y poco después en un volumen titulado The Alternative (La alternativa).
Después de su trabajo sobre James Dean y antes de dedicarse al tema de los hippies Stock se concentró durante dos años sobre algo que le había fascinado desde la infan­cia: el mundo de los músicos de jazz. Su padre, nacido en Suiza, le llevaba de niño todos los fines de semana al teatro Apollo -en el barrio neoyorquino de Harlem-, donde actuaban los músicos y cantantes de jazz más famosos de la época.
Cuando en 1958 la editorial alemana Hatje le propuso la realización de las fotografías para un libro sobre el mundo del jazz, Stock aceptó entusiasmado y durante dos años se dedicó a perseguir a los grandes: Mahalia Jackson, Benny Goodman, Miles Davis, Louis Armstrong, Billie Holiday, Stan Kenton, Errol Garner y tantos otros.
El libro, publicado en Alemania, Inglaterra, Francia y Estados Unidos constituye hoy una rareza muy apreciada.
La decisión de trasladarse a California le puso en contacto con un mundo nuevo y desconocido. "Me impresionó durante mucho tiempo. Para un joven como yo, educa­do en un respeto tradicional por un determinado orden intelectual y estético, Califor­nia aparecía como algo irreal, incluso surrealista. Sin embargo, me atraía la forma de vida de sus habitantes, su predisposición a aventurarse hasta los límites de las posibili­dades de la experiencia humana."
Unos años después publicó el volumen California Trip y abandonó el ambiente urba­no para volverse hacia la naturaleza, que se ha convertido en el tema principal de su trabajo en los últimos doce años. "Comprendí que un hombre que quisiera liberar sus energías creativas en el seno de una sociedad tan enferma y gastada como la nues­tra tenía muy pocas posibilidades de conseguirlo. La maldad predomina en la socie­dad, y la única esperanza de supervivencia ideal es el retorno a la esencia, al funda­mento de nuestro existir. Y así, impulsado por un deseo irrefrenable de paz, orden y armonía, me volqué por entero en la fotografía de la naturaleza." En ese mismo mo­mento, Stock cambió el blanco y negro por el color. (...)