Procuro,en buena parte de mi obra, animar todas las cosas -aún los llamados objetos "inanimados"- con el espíritu del hombre. Gradualmente he llegado a comprender que ésta proyección extremadamente animista surge en última estancia de mi profundo temor y desazón ante la acelerada mecanización de la vida humana: y las consecuencias tentativas de borrar la individualidad en todas las esferas de la actividad humana, pues todo el proceso en una de las expresiones dominantes de nuestra sociedad militarindustrial. [...] El fotógrafo creativo libera el contenido humano de los objetos, he imparte humanidad al mundo inhumano que lo rodea.
Clarence John Laughlin
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