martes, 30 de marzo de 2010

Dancing with myself



So let's sink another drink
'Cause it'll give me time to think
If I had a chance, I'd ask one to dance
And I'll be dancing with myself


"Así que déjame clavarme otro trago
Porque me dará tiempo para pensar
Si tengo la oportunidad
Le pediría bailar al mundo
Y estaré bailando conmigo mismo"



Entrevista a Ingmar Bergman




P: Esta mañana estaba releyendo el comienzo de su biografía y mi hija, que está conmigo, estaba durmiendo. Todo estaba en silencio. Leía en un silencio absoluto y pensaba que al escribir sus memorias debió encontrarse con el silencio. Me conmovió mucho su biografía por razones personales. Usted es tan apasionado que más que hablar de sí mismo, parece que habla de los demás.

R: Soy un niño. Ya lo dije una vez: toda mi vida creativa proviene de mi niñez. Y emocionalmente soy un crío. La razón por la que a la gente le gusta lo que hago o hacía es porque soy un niño y les hablo como un niño.

P: ¿Se siente usted conmovido al verse a sí mismo en esa postura? ¿Comparte usted sus emociones?

P: Su pregunta es muy ingeniosa e inteligente pero he de decirle que me gusta cuando la gente ve y lee algo que he hecho, siempre que se me escuche con el corazón y con las emociones. En teoría, no tiene mucho que ver con el intelecto. Todo lo que he hecho en mi vida ha sido emocional y lo emocional se lo he entregado a mis películas. Pueden crear emociones para la gente que las ve y recibe. Pero no son mis emociones. A veces, incluso pueden llegar a ser negativas. Lo que detesto es la indiferencia. Cuando conozco a alguien que es indiferente me hace sentirme muy infeliz.


Conversación de Juan Cruz con el director sueco en 1989.

domingo, 28 de marzo de 2010

MH100 - Cerca del agua te quiero llevar




Cerca del agua te quiero llevar
porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener
porque te aliente su vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir
porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar
que no se puede perder ni encontrar.


Miguel Hernandez

GV-100 Django Reinhardt - Sweet georgia brown



Django Reinhardt, (1910-1943), nació en Bélgica en el seno de una familia gitana y fue el primer músico de jazz europeo de aceptación universal, y también el más grande hasta ahora. Analfabeto, autodidacta, incapaz de escribir una sola nota o de leer una partitura, era también un hombre con poca disciplina para el estudio, jugador empedernido y juerguista a mas no poder. Django Reinhardt, no obstante fue un músico extraordinario, lleno de inventiva y creatividad y supo adaptar la música que venía de América a sus habilidades con la guitarra, a pesar de que en una de ellas, le faltaban dos dedos, percance este ocurrido cuando durmiendo se declaró un pequeño incendio que lo tuvo hospitalizado mas de un año y que facilitó su acercamiento al jazz. Uno de sus hermanos le llevó al hospital una guitarra y desde entonces cambió el banjo por ésta que ya no dejó hasta el final de sus días, teniendo que inventar una nueva técnica de digitación acorde a sus facultades físicas mermadas. Django Reinhardt, Fue una referencia indiscutible e indispensable no solo para su generación sino para todos los guitarristas de jazz posteriores. (...)

http://www.apoloybaco.com/djangoreinhardtbiografia.htm


sábado, 27 de marzo de 2010

El Paseo



(...) El mundo matinal que se extendía ante mis ojos me parecía tan bello como si lo viera por primera vez. Todo lo que veía me daba la agradable impresión de cordialidad, bondad y juventud. Olvidé con rapidez que arriba en mi cuarto había estado hacía un momento incubando, sombrío, sobre una hoja de papel en blanco. Toda la tristeza, todo el dolor y todos los graves pensamientos se habían esfumado, aunque aún sentía vivamente delante y detrás de mí el eco de una cierta seriedad. (...)


Robert Walser (1878-1956).

viernes, 26 de marzo de 2010

Rhapsody In Blue




jueves, 25 de marzo de 2010

AK 100




(...) Sólo recuerdo una escena, pero eso sí, muy vivamente.
Ocurrió en un cruce de tranvías. El paso se cerró y al otro extremo de las vías se quedaron mi padre, mi madre y mis hermanos. Entre donde yo estaba y donde estaba mi familia había un perro blanco correteando por las vías de un lado para otro, meneando el rabo. Después de haber repetido esta operación varias veces, y en el momento en que se dirigía hacia mí, de repente pasó el tranvía como un rayo. El perro cayó ante mis ojos dividido en dos. Murió al instante. El cuerpo de la bestia quedó redondo y de un rojo brillante, como el de un atún troceado para preparar sashimi.
No recuerdo ningún acontecimiento posterior a este horrible espectáculo. Probablemente me impresionó tanto que me hizo perder el conocimiento. Pero tengo el vago recuerdo de que después desfiló ante mí una larga serie de perros blancos, metidos en cestas, traídos en brazos de la gente, con correas. Parece ser que mi padre y mi madre querían regalarme un perro blanco, como el que se había muerto. Según mis hermanas mayores no mostré ninguna gratitud por sus esfuerzos. Todo lo contrario, cada vez que veía un perro blanco me dejaba llevar por un arrebato de histeria, y me ponía a llorar gritando:"¡ No ! ¡No!".

¿No hubiera sido mejor, quizá, que me hubieran regalado un perro negro en vez de uno blanco? Está claro que los perros blancos me recordaban lo ocurrido. (...)


Fragmento de "Autobiografía (o algo parecido)".