miércoles, 13 de octubre de 2010

La Ciudad



"Que antes que piedra y que madera y hierro
la Ciudad era espíritu antes que calles y puentes y caos, las ciudades son amores delirantes y todos nosotros en ellas, náufragos."


Eduardo Marquina

lunes, 11 de octubre de 2010

Vincent II



"Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas."

Vincent Van Gogh


domingo, 10 de octubre de 2010

Vincent



"Es un hecho que, en la vida, el bien es una luz situada a una altura tan grande que parece natural no poder alcanzarlo… Si la luz es el símbolo del bien, de lo bello, de lo verdadero, la fuente luminosa por excelencia - el Sol - sólo podrá ser Dios."


Vincent Van Gogh

sábado, 9 de octubre de 2010

El vino entra en la boca



El vino entra en la boca
Y el amor entra en los ojos;
Esto es todo lo que en verdad conocemos
Antes de envejecer y morir.
Así llevo el vaso a mi boca,
Y te miro, y suspiro.

William Butler Yeats

viernes, 8 de octubre de 2010

Janis Joplin 40



Se cumplen 40 años de la muerte de Joplin

Fue al lobby del hotel en Hollywood en el que vivía desde hacía algunas semanas y buscó cambio para comprar cigarros. Habló con el portero que cubría el turno noche. Él mismo lo recordó luego. Al parecer, todo fue muy rápido. Aún tenía el dinero en la mano cuando fue encontrada muerta 12 horas después, encajada entre la mesa de luz y la cama.Hace 40 años, un 4 de octubre, Janis Joplin moría por sobredosis de heroína.


El forense del condado de Los Angeles calificó la muerte del ícono del flower-power, a los 27 años, como accidente: la heroína que le había vendido el dealer era inusualmente pura. Combinada con la bebida favorita de Joplin, Southern Comfort, fue mezcla letal para su corazón.

Sus amigos lo vieron distinto: “Janis murió de una sobredosis de Janis”, dijo el rockero Eric Burdon.

Quizá Joplin no hubiera tenido paciencia para llegar a la jubilación. “Prefiero diez años de superhypermost que tener 70 años y estar sentada todo el día delante del televisor. Uno vive ahora, ¿cómo esperar?”, era su credo.


+INFO


jueves, 7 de octubre de 2010

James Dean (fragmento artículo)


Dibujo gabrio76.
(...) fue “Rebelde sin causa” (Rebel without a Cause) de Nicholas Ray. Quizá tampoco el director - que también tuvo fama de vividor nada cobarde - se percató del todo del extraño producto que salía de sus manos. La historia de la insatisfacción de tres jóvenes norteamericanos - en 1955 - poco más que adolescentes casi todos, y que no saben muy bien qué hacer con una vida problematizada, que a ratos parece que les viene grande, porque en realidad les viene muy corta, y actúan como asfixiados que no supiesen cómo tomar aire…

A su turno los tres protagonistas de la cinta acabaron mal: Dean, muere en un accidente de automóvil, apenas estrenada la película. Natalie Wood, la muchachita delicada y sensible, enamorada del protagonista - Wood tenía 17 años cuando rodó “Rebelde sin causa”- pereció ahogada, junto a la Isla de Santa Catalina, en California, en extrañas circunstancias, en 1981. Y Sal Mineo ( el otro enamorado del protagonista, otro muchacho demasiado sensible y que oculta un secreto) murió asesinado - declinando su también rauda carrera de actor- en 1976. A partir de aquella película ( hablo de la imagen, no de la estricta realidad) la mejor juventud siempre se quiso “rebelde” y la palabra “perdedor” conocería un renovado prestigio. ¿Porqué no estaba bien ganar?. Porque sin duda - desde la mejor óptica romántica - el ganador, en cualquier asunto, siempre está manchado.

Ya los surrealistas habían celebrado la muerte joven, y los rockeros ( no sé si Jim Morrison o aplicado a él) dirían: “Vive deprisa, muere joven y dejarás un hermoso cadáver”. ¿Sin saberlo plenamente, es aún el mensaje de Lord Byron interpretado o reescrito por Arthur Rimbaud, el que sigue actuando todavía en el romántico imaginario juvenil, que la película de Nicholas Ray no hizo sino incrementar, mostrando distintos modos de una juventud insatisfecha?. No lo niego. Nadie mejor que el joven ( aún levemente fuera del Sistema, sólo preparándose para entrar) para ver cómo el engranaje de ese Sistema, despacio o deprisa, brusca o tranquilamente, suele deshacer cualquier esperanza de cambio. El joven alerta ve las trampas - más tarde, si entra a ellas, dirá que daban igual o que son inevitables- y comprende radiantemente la añagaza sin saber cómo deshacerla. Así es que todo joven que merezca ese nombre - y aún estoy por decir que esa estética - deberá ser rebelde. Y acaso, si tiramos un poco de la soga, no le importará perecer en el intento. Recordemos a River Phoenix a Kurt Cobain, y aquel adagio griego que rezaba: “A quienes los dioses aman, mueren jóvenes”.

¿Debemos extraer alguna razón moral de todo lo antedicho?. No era mi intención. Yo he querido, sólo, recordar que van a cumplirse 50 años del fallecimiento de James Dean a sus 24 años, y que muchos rasgos de la estética y de la actitud juvenil, apenas han variado desde entonces. Ciertamente hay jóvenes piadosos y jóvenes delincuentes, pero ni unos ni otros son el tema de la reflexión que propongo. Yo les sugiero, nada más, que piensen - al hilo de este cincuentenario - cómo es posible que viva aún, tan viva, la rebelión romántica. ¿Qué va mal en nuestra vida cómoda, como entonces?.

http://www.luisantoniodevillena.es/

martes, 5 de octubre de 2010

Ulises (fragmento)



(...) He allí el puerto; el barco hincha la vela;
crecen las sombras en los anchos mares. Marineros míos,
almas que os habéis afanado y forjado junto a mí,
que conmigo habéis pensado, que con ánimo de fiesta
habéis recibido el sol y la tormenta y les habéis
opuesto frentes y corazones libres: sois viejos como yo;
con todo, la vejez tiene su honor y sus esfuerzos;
la muerte todo lo acaba, pero algo antes del fin
ha de hacerse todavía, cierto trabajo noble,
no indigno de hombres que pugnaron con dioses.
Ya se divisa entre las rocas un parpadeo de luces;
se apaga el largo día; sube lenta la luna; el hondo mar
gime con mil voces. Venid amigos míos,
aún no es tarde para buscar un mundo más nuevo.
Desatracad, y sentados en buen orden amansad
las estruendosas olas; pues mantengo el propósito
de navegar hasta más allá del ocaso, y de donde
se hunden las estrellas de occidente, hasta que muera.
Puede que nos traguen los abismos; puede
que toquemos al fin las Islas Afortunadas y veamos
al grande Aquiles, a quien conocimos. Aunque
mucho se ha gastado mucho queda aún; y si bien
no tenemos ahora aquella fuerza que en los viejos tiempos
movía tierra y cielo, somos lo que somos:
corazones heroicos de parejo temple, debilitados
por el tiempo y el destino, más fuertes en voluntad
para esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse.

Alfred Lord Tennyson (1809-1892)